domingo, 2 de diciembre de 2012

Biología de la libertad

Y qué idiotas se muestran las razones.
Y cómo pregna la oscuridad esos los motivos disimulados,
los espasmos del corazón.
Y cómo la biología mastica la voluntad,
traga nuestra elección.
Y cómo los albedríos sucumben al placer.
Y cómo la libertad es esa diplomacia del deseo
empeñado en la imposición,
en el hambre de sujetar,
asolar aún a los queridos, los admirados, los adorados
con igual álgebra que ignora a los despreciados,
los odiados, los arrencorados, los desocorrespondidos…
Y cómo nuestra ciencia extranjera
no imagina pisar el pavimento de las heridas,
el territorio de esa nuestra libertad,
esa nuestra carcelaria dignidad.

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